Sarpullido en el pie

Descripción
En general, no se considera que los sarpullidos sean algo terrible. De hecho, Hollywood aún no ha producido una película de terror de clase B llamada “El sarpullido que apareció de la nada”, o “El sarpullido que se comió a Omaha”. Entonces, estamos de acuerdo, los sarpullidos no generan mucho miedo realmente, pero sí son molestos y pueden ser muy incómodos. Para algunas personas (como por ejemplo los diabéticos), incluso pueden representar un riesgo importante si la piel se resquebraja (permitiendo el ingreso de la infección). Pero esto no significa que debemos recostarnos y dejar que los sarpullidos invadan nuestra piel sin ningún impedimento. No, no. Existen formas de combatir estas irritaciones molestas.

Los sarpullidos pueden deberse a muchas cosas, pero podemos dividir a estas causas en algunas categorías generales:

  • Eczema – En realidad, el término eczema puede hacer referencia a casi cualquier momento en que la piel se irrita o inflama. Algunas personas experimentan brotes cuando se encuentran bajo estrés emocional, o cuando la piel de su pie entra en contacto con una sustancia irritante, como los productos químicos que se encuentran en los calcetines o el calzado.
  • Psoriasis – Es probable que se manifieste en la forma de piel seca y escamosa, que puede sangrar si se le raspa.
  • Dermatitis irritativa primaria – Este tipo de dermatitis aparece cuando la piel del pie es expuesta a una sustancia irritante, como los productos químicos que se pueden encontrar en el trabajo, o cuando las personas sumergen sus pies en vinagre, blanqueador u otras sustancias fuertes sin la indicación de un doctor.
  • Dermatitis alérgica por contacto – Los sarpullidos de esta clase se forman cuando el pie es expuesto a algo que (sorpresa, sorpresa) causa una reacción alérgica. La hiedra venenosa es una culpable relativamente común, y algunas personas pueden ser alérgicas a las tinturas u otros químicos en los calcetines o el calzado.
  • Pie de atleta – Causado por un hongo, este tipo de sarpullido prospera en ambientes húmedos (como pies sudorosos).

Síntomas
Los síntomas tienden a variar dependiendo del tipo de sarpullido que tenga. Sin embargo, es típico que la piel se inflame (se vuelva roja, caliente al tacto, posiblemente un poco hinchada) y le pique. Además, su piel puede lucir seca, escamosa o puede descascararse y resquebrajarse. O bien, se pueden formar pústulas o ampollas. (Quizás Hollywood no esté tan lejos de filmar la película “El ataque del sarpullido” después de todo, ¿verdad?) Los sarpullidos a causa del pie de atleta tienden a aparecer a lo largo de la planta del pie, o entre los dedos.

Diagnóstico
Como los sarpullidos pueden deberse a muchas causas, su podiatra puede usar muchos métodos diferentes para determinar por qué se originó su sarpullido. Es probable que le pregunte acerca de sus síntomas (como por ejemplo cuánto tiempo hace que los tiene, en qué momento tienden a manifestarse, etc.) y tal vez realice un examen físico de la parte afectada de su pie. Si se sospecha de la existencia de pie de atleta, el podiatra puede raspar la piel para ver si la raíz de su problema son los hongos. Si usted o su doctor creen que tiene una reacción alérgica, quizás deba realizarse una prueba de alergia  para determinar la causa exacta.

Tratamiento
La forma de tratamiento del sarpullido depende realmente de aquello que lo está causando. Por ejemplo, las compresas frías suelen ser beneficiosas para la dermatitis irritativa primaria (que básicamente se debe a quemaduras con sustancias químicas), mientras que las cremas con esteroides son a menudo efectivas para atenuar las reacciones alérgicas. Los medicamentos antimicóticos (cremas, polvos o píldoras) pueden recetarse para combatir el pie de atleta. Sin embargo, si su sarpullido es tratado incorrectamente el problema puede empeorar mucho. Entonces, ya sea que esté aterrado por “El sarpullido que llegó por la noche” o no, asegúrese de que lo revise un doctor calificado antes de intentar combatirlo por su cuenta.