Descripción
Si alguna vez se encuentra caminando y siente un ruido seco en la parte trasera de su tobillo, o si siente como si alguien le hubiera golpeado la parte trasera de su pierna con un palo, es probable que esté atravesando la desagradable situación de rotura del tendón de Aquiles. (Claro que alguien puede haberlo golpeado con un palo también, pero ese sería otro problema).
El tendón de Aquiles es un cordón de tejidos largo que conecta la parte inferior del músculo de la pantorrilla con la parte trasera del hueso del talón. Básicamente, es lo que permite levantar el talón. Quizás usted no sea consciente de ello, pero la mayoría de las veces que mueve su pie utiliza el tendón de Aquiles.
Cuando el tendón de Aquiles se estira más allá de su capacidad de extensión, puede romperse totalmente, o parcialmente rasgando el ancho del tendón. Esta no es una lesión agradable. Este tipo de problemas puede ocurrir como resultado de saltar, correr, girar repentinamente, pisar un hueco o caerse. Aunque los deportistas corren el riesgo de romperse el tendón de Aquiles (por el simple hecho de que caminan y saltan mucho), esta lesión se observa en aquellas personas que sólo hacen actividad física los fines de semana o en algún otro momento de recreación. (Sí, guerreros de fines de semana, ustedes corren el riesgo de sufrir esta lesión). Como este grupo de personas no está preparado para los arranques de actividad, el aumento repentino de presión sobre el tendón puede tener como resultado la ruptura del mismo. La obesidad, el sexo (los hombres son más propensos a sufrir esta lesión) y la edad (personas entre los 30 y 40 años) pueden contribuir a la rotura del tendón en algunas personas.
Síntomas
Cuando el tendón se rompe, se siente como si alguien lo hubiera pateado, apuñalado o golpeado realmente fuerte en la parte trasera del talón. También puede oír o sentir un ruido seco. Después de la confusión inicial, sentirá un dolor leve. Pero no permita que esto lo engañe, y no crea que ésta es una lesión menor. Si le ocurre esto, consulte con su podiatra lo antes posible, especialmente si siente que su pierna está débil cuando intenta caminar o pararse en puntas de pies. Si es perceptivo, también notará que la zona entre la parte inferior de la pantorrilla y la parte trasera de su pie se inflaman y duelen.
Diagnóstico
Cuando consulte a su podiatra después de haber sufrido los síntomas de la rotura del tendón (cuanto antes lo haga mejor, por supuesto), es probable que su médico le haga preguntas acerca de la lesión, por ejemplo, cuánto tiempo hace que ocurrió, qué sintió en ese momento, etc. Seguramente evaluará y comparará la fuerza de un pie con la del otro y tocará el área para ver si existen indicios de rotura del tendón (como inflamación o, algunas veces, un hueco si existe la rotura completa). En general, los podiatras pueden diagnosticar la rotura del tendón de Aquiles basándose en estas observaciones, pero pueden pedir una resonancia magnética de la zona en caso de que les quede alguna duda.
Tratamiento
La cirugía es el tratamiento más común para la rotura del tendón de Aquiles y es el método más eficaz. No obstante, si las condiciones médicas no permiten que usted se someta a una cirugía, o si la rotura es menor, algunos tratamientos no quirúrgicos pueden curar el tendón. Sin embargo, debería saber que la es más probable que el tendón vuelva a romperse con un tratamiento no quirúrgico que con una cirugía.
El tratamiento no quirúrgico implica usar un yeso o una bota para mantener inmovilizado el tendón, mientras intenta recomponerse solo. (Los yesos y las botas también son efectivos para demostrarle al mundo que usted ha sufrido una lesión y así aumentar la posibilidad de recibir tarjetas deseándole una pronta recuperación y, si tiene suerte, incluso flores). Un tratamiento no quirúrgico puede tomar más tiempo que una cirugía, y quizás sea más difícil para usted recuperar totalmente la fuerza en el tendón.
La cirugía, si es posible realizarla, es el mejor método para tratar esta lesión, pues le brinda al tendón la posibilidad de recuperar su fuerza original y reduce mucho el riesgo de que su tendón vuelva a romperse. El cirujano, utilizando diferentes técnicas, cose los dos extremos del tendón roto.
Cualquiera sea el método que usted y su podiatra elijan, luego tendrá que realizar fisioterapia para recuperar la fuerza en el tendón de Aquiles y los músculos de sus piernas, y de ese modo, evitar lesiones futuras. Entonces, si todo va bien, su tendón de Aquiles ya no será su punto débil.
rotura del tendón de aquiles
Descripción
Si alguna vez se encuentra caminando y siente un ruido seco en la parte trasera de su tobillo, o si siente como si alguien le hubiera golpeado la parte trasera de su pierna con un palo, es probable que esté atravesando la desagradable situación de rotura del tendón de Aquiles. (Claro que alguien puede haberlo golpeado con un palo también, pero ese sería otro problema).
El tendón de Aquiles es un cordón de tejidos largo que conecta la parte inferior del músculo de la pantorrilla con la parte trasera del hueso del talón. Básicamente, es lo que permite levantar el talón. Quizás usted no sea consciente de ello, pero la mayoría de las veces que mueve su pie utiliza el tendón de Aquiles.
Cuando el tendón de Aquiles se estira más allá de su capacidad de extensión, puede romperse totalmente, o parcialmente rasgando el ancho del tendón. Esta no es una lesión agradable. Este tipo de problemas puede ocurrir como resultado de saltar, correr, girar repentinamente, pisar un hueco o caerse. Aunque los deportistas corren el riesgo de romperse el tendón de Aquiles (por el simple hecho de que caminan y saltan mucho), esta lesión se observa en aquellas personas que sólo hacen actividad física los fines de semana o en algún otro momento de recreación. (Sí, guerreros de fines de semana, ustedes corren el riesgo de sufrir esta lesión). Como este grupo de personas no está preparado para los arranques de actividad, el aumento repentino de presión sobre el tendón puede tener como resultado la ruptura del mismo. La obesidad, el sexo (los hombres son más propensos a sufrir esta lesión) y la edad (personas entre los 30 y 40 años) pueden contribuir a la rotura del tendón en algunas personas.
Síntomas
Cuando el tendón se rompe, se siente como si alguien lo hubiera pateado, apuñalado o golpeado realmente fuerte en la parte trasera del talón. También puede oír o sentir un ruido seco. Después de la confusión inicial, sentirá un dolor leve. Pero no permita que esto lo engañe, y no crea que ésta es una lesión menor. Si le ocurre esto, consulte con su podiatra lo antes posible, especialmente si siente que su pierna está débil cuando intenta caminar o pararse en puntas de pies. Si es perceptivo, también notará que la zona entre la parte inferior de la pantorrilla y la parte trasera de su pie se inflaman y duelen.
Diagnóstico
Cuando consulte a su podiatra después de haber sufrido los síntomas de la rotura del tendón (cuanto antes lo haga mejor, por supuesto), es probable que su médico le haga preguntas acerca de la lesión, por ejemplo, cuánto tiempo hace que ocurrió, qué sintió en ese momento, etc. Seguramente evaluará y comparará la fuerza de un pie con la del otro y tocará el área para ver si existen indicios de rotura del tendón (como inflamación o, algunas veces, un hueco si existe la rotura completa). En general, los podiatras pueden diagnosticar la rotura del tendón de Aquiles basándose en estas observaciones, pero pueden pedir una resonancia magnética de la zona en caso de que les quede alguna duda.
Tratamiento
La cirugía es el tratamiento más común para la rotura del tendón de Aquiles y es el método más eficaz. No obstante, si las condiciones médicas no permiten que usted se someta a una cirugía, o si la rotura es menor, algunos tratamientos no quirúrgicos pueden curar el tendón. Sin embargo, debería saber que la es más probable que el tendón vuelva a romperse con un tratamiento no quirúrgico que con una cirugía.
El tratamiento no quirúrgico implica usar un yeso o una bota para mantener inmovilizado el tendón, mientras intenta recomponerse solo. (Los yesos y las botas también son efectivos para demostrarle al mundo que usted ha sufrido una lesión y así aumentar la posibilidad de recibir tarjetas deseándole una pronta recuperación y, si tiene suerte, incluso flores). Un tratamiento no quirúrgico puede tomar más tiempo que una cirugía, y quizás sea más difícil para usted recuperar totalmente la fuerza en el tendón.
La cirugía, si es posible realizarla, es el mejor método para tratar esta lesión, pues le brinda al tendón la posibilidad de recuperar su fuerza original y reduce mucho el riesgo de que su tendón vuelva a romperse. El cirujano, utilizando diferentes técnicas, cose los dos extremos del tendón roto.
Cualquiera sea el método que usted y su podiatra elijan, luego tendrá que realizar fisioterapia para recuperar la fuerza en el tendón de Aquiles y los músculos de sus piernas, y de ese modo, evitar lesiones futuras. Entonces, si todo va bien, su tendón de Aquiles ya no será su punto débil.