Protuberancias En Los Pies

Descripción
Si alguna vez tocó sus pies, quizás haya notado que estos pueden ser un tanto irregulares. No son tan irregulares como la carretera de una montaña en un lugar donde acaba de terminar el invierno, pero definitivamente hay algunos puntos que se sienten bastante prominentes, como los huesos en sus tobillos o la articulación del dedo gordo.

Algunas veces, sus pies pueden ser más irregulares de lo normal. Generalmente, los bultos en los pies son protuberancias óseas. Tienen varias causas u orígenes: pueden ser congénitas (huesos adicionales en el pie generalmente durante la primera etapa de la infancia o la niñez), o quizás pueden presentarse por deformidades en el pie o lesiones. También pueden aparecer en cualquier otro lado (como esa persona que trata de evitar), de modo que la parte superior, inferior, interna y externa del pie son susceptibles.

Estas protuberancias en los pies no siempre son problemáticas. En realidad, quizás muchas personas no experimenten malestar u otros problemas. Desafortunadamente, algunas protuberancias sí han causado muchos problemas. Algunas pueden interferir con el funcionamiento correcto de sus articulaciones (un hueso adicional puede estar incrustado en la articulación o, quizás, los huesos que forman las articulaciones hayan crecido), o pueden provocar que los tendones se debiliten. Es probable que sea difícil encontrar zapatos que calcen bien (los diseñadores de zapatos no tienen en cuenta los juanetes, por ejemplo) o, simplemente, los pies se pueden hinchar y doler muchísimo.

A continuación presentamos algunas protuberancias comunes (problemas relacionados con protuberancias) que están hechas de bultos óseos (aunque esta lista no debería considerarse completa):

  • Hallux rigidus – Es una protuberancia ósea de la articulación del dedo gordo.
  • Huesecillos accesorios (huesos adicionales) – Estos huesos pequeños adicionales pueden aparecer en diversos lugares, aunque uno común es el navicular accesorio (en la parte interna del pie): puede debilitar el tendón levantando el arco y provocando que su pie se aplane.
  • Juanetes – Pueden ser provocados por una debilidad en su tejido blando. La punta del dedo gordo comienza a girar hacia el segundo dedo, formando un bulto cuando la articulación (donde el dedo gordo se une con el pie) sobresale. Estas protuberancias pueden rozar los zapatos y ser bastante dolorosas.
  • Juanete de sastre (o Bunionette) – Estos son similares a los juanetes, pero se forman en el quinto dedo (el más chiquito) en la articulación donde se une con el pie.

Síntomas
Las protuberancias en los pies, si son dolorosas, generalmente se asocian con algunos síntomas diferentes. Estos pueden incluir una inflamación alrededor de la protuberancia (zona enrojecida, hinchazón, calor y dolor), particularmente, si ésta roza contra los zapatos o está bajo presión cuando camina. Las protuberancias óseas generalmente son duras al tacto.

Algunas de ellas pueden afectar la estructura o el movimiento de su pie. Los huesecillos accesorios (como los naviculares accesorios) pueden interferir con el funcionamiento del tendón. Las protuberancias óseas también pueden provocar limitaciones en el movimiento de una articulación. Por ejemplo, si la articulación se ve afectada por un hallux limitus o un hallux rigidus (problemas de articulación en el dedo gordo) puede parecer difícil mover el dedo gordo hacia arriba (en la articulación donde el dedo se conecta con el pie) mientras la persona está de pie. Esto afectará la forma de caminar y, a la vez, hará que el crecimiento óseo en la articulación sea muy prominente, y en un futuro el problema empeore.

Diagnóstico
Su podiatra sabe mucho acerca de los problemas relacionados con las protuberancias óseas (desde los más sencillos hasta los más complicados) y tiene muchos métodos para determinar de qué tipo es su bulto, qué lo causó y cuál es la mejor forma de tratarlo. Probablemente le pregunte acerca de los síntomas que experimentó y es probable que le revise el pie. Su protuberancia puede estar presionada (y tiene que admitir que probablemente la haya presionado usted mismo). Su podiatra también puede usar varios métodos para ver la parte interna del pie y así analizar mejor la estructura interna de la protuberancia. La radiografía es el más utilizado, pero su podiatra también puede sugerir una resonancia magnética o cualquier otro método de diagnóstico por imágenes.

Tratamiento
El tipo de tratamiento que recomiende su podiatra dependerá del tipo de protuberancia que tenga en el pie, de su posible causa y de su condición médica en general. Sin embargo, algunos tratamientos comunes para las protuberancias en los pies incluyen colocar una almohadilla sobre ella para aliviar la presión de los zapatos y/o al caminar, productos ortopédicos (plantillas recetadas), cambiar el calzado y realizar tratamientos antiinflamatorios (que generalmente incluyen medicamentos, inmovilización a través de yesos o férulas, hielo y períodos de reposo). En algunos casos, puede ser necesaria la cirugía para extraer la protuberancia y mejorar el funcionamiento de su pie.