Pies Sudorosos (Hiperhidrosis)

Descripción

Algunos problemas médicos del pie son dolorosos y algunos inclusos presentan un riesgo para la vida. Sin embargo, hay algunos problemas que simplemente provocan vergüenza. Un ejemplo de estos son los pies sudorosos: nadie diría que este problema tiene riesgo de muerte (a menos que su vida dependa de su capacidad para mantener secos sus calcetines), pero tener pies sudorosos (y en algunos casos a este problema se le suma el olor en los pies), puede provocar inseguridad, incomodidad y aislamiento en las personas.

Los pies excesivamente sudorosos pueden tener varias causas. La hiperhidrosis primaria hace referencia a una sudoración excesiva, especialmente en el rostro, las manos, las axilas y los pies (aunque puede ocurrir en todo el cuerpo) que no se relaciona con otras causas (como el calor, el ejercicio y a veces un problema médico). Si bien no existe realmente un origen conocido de la hiperhidrosis primaria, aparentemente hay una vinculación genética. La hiperhidrosis secundaria significa que la sudoración excesiva se debe a algún otro problema, como ansiedad, menopausia, problemas cardíacos o pulmonares, cáncer, hipertiroidismo (una hormona tiroides excesivamente activa), accidentes cerebro-vasculares o diabetes. Algunos medicamentos, el calor o el ejercicio también pueden contribuir a la hiperhidrosis secundaria.

 

 Síntomas

La sudoración excesiva en las plantas de los pies es el síntoma principal de la hiperhidrosis, aunque puede notar un exceso de sudoración en las palmas de las manos, la cara o las axilas. La hiperhidrosis también puede hacer que usted sea más susceptible a tener pie de atleta, verrugas plantares u olor desagradable en los pies, así que tal vez note síntomas de estos problemas también.

 

Diagnóstico

Si bien provoca mucha vergüenza decirle a alguien que usted suda en exceso, debe saber que su podiatra es un profesional muy amable que no tendrá una mala opinión de su persona cuando conozca su problema. De hecho, su podiatra puede ayudarle a reducir la sudoración en sus pies y permitirle sentirse normal nuevamente. Para diagnosticar la hiperhidrosis, su podiatra probablemente le pregunte sobre sus síntomas, como por ejemplo cuándo y dónde transpira, y si aparentemente esto está relacionado o no con otro problema, como ansiedad o una enfermedad.

Existen pocos exámenes para comprobar si las plantas de sus pies sudan más de lo normal. El análisis de almidón-yodo implica aplicar una solución con yodo en las plantas de sus pies. Una vez que la solución se seca, su médico coloca almidón sobre sus pies (esto también se puede usar como entretenimiento en las fiestas, en caso de que todos se aburran). Si la combinación de almidón y yodo se vuelve de color azul oscuro, esto significa que esta zona suda en exceso. Su podiatra también puede utilizar un papel especial (colocado contra la planta de sus pies) para absorber la transpiración. Luego, pesa el papel para determinar cuánta agua está exudando.

 

Tratamiento

Nuevamente, la sudoración excesiva no es un problema que presente un riesgo para su vida, por lo cual es importante ponderar los beneficios del tratamiento y sus posibles efectos secundarios. Afortunadamente, existen muchos tratamientos disponibles.

Su podiatra puede sugerirle que use antitranspirantes, que generalmente contienen cloruro de aluminio hexahidratado y bloquean los poros. También hay medicamentos de venta libre, como Drysol, Dehydral y Xerac que pueden ser muy eficaces para tratar el problema de los pies sudorosos. Si las opciones de venta libre no funcionan en su caso, su podiatra puede recetarle algunos medicamentos como glicopirrolato o bromuro de propantelina. Estos medicamentos se toman por vía oral y previenen la estimulación de sus glándulas sudoríparas.

La iontoforesis es eficaz en algunos casos. Esto implica colocar sus pies en un recipiente poco profundo con agua. El podiatra luego utiliza una máquina para enviar una corriente de bajo voltaje a través del agua, y cierra temporalmente las glándulas sudoríparas de sus pies. Es probable que tenga que hacerse el tratamiento día por medio durante seis a diez sesiones, y luego de eso una vez por semana. Puede comprar la máquina, pero sólo con receta de su médico.

Si todos los tratamientos anteriores fallan, su podiatra puede recomendarle una cirugía para extirpar las glándulas sudoríparas o destruir el nervio que envía las señales a las glándulas. No obstante, en casi el 80% de los pacientes, este procedimiento puede provocar que la sudoración se compense en otras partes del cuerpo, por lo cual debe someterse a esta cirugía si los demás métodos han fallado, y sólo si entiende los riesgos implicados.

Mientras tanto, usar calcetines de algodón y zapatos de cuero puede ayudar a que sus pies se mantengan secos y evitar los problemas tan incómodos que provoca la hiperhidrosis, como el pie de atleta o peor, un olor muy desagradable en sus pies.