Neuroma del pie (Neuroma de Morton)
Descripción
Parece inevitable que en cualquier caminata (especialmente en las que usa botas acordonadas que tarda una hora en ponerse o quitarse) termina con una piedra en su zapato. Tal vez sea pequeña, pero cuando la pisa, comienza a sentirse como un canto rodado que, de algún modo, ha desafiado las leyes de la física para ingresar en su calzado. Ahora bien, imagine que no es una piedra dentro de su zapato sino dentro de su pie. E imagine que no es una piedra, sino un tejido nervioso inflamado en la bola de su pie. Amigo mío, eso es un neuroma del pie (para ser honesto, no todos los neuromas aparecen en la bola del pie y no todos dan la sensación de tener una piedra en el zapato, pero muchos de ellos sí).
Un neuroma es la inflamación de los tejidos nerviosos que puede ocurrir en cualquier lugar, aunque en el pie, el lugar más común es entre los dedos. Aproximadamente el 80% de las veces se forman entre el tercer y el cuarto dedo (neuroma de Morton) y el 15% de los casos se da entre el segundo y el tercer dedo del pie.
Imagine, por un momento el interior de su pie (ya ha demostrado que es una adepto a la imaginación, así que sigamos con esto, ¿le parece?). Los nervios ingresan a su pie y se ramifican. Los que llevan los impulsos a sus pies se extienden entre sus metatarsos (los huesos largos que conectan los dedos de sus pies con el resto del pie). Cuando llegan a los dedos, estos nervios vuelven a ramificarse en forma de Y; un extremo se extiende hacia un dedo y otro extremo hacia otro dedo. Los neuromas generalmente aparecen en la base de esa Y.
Ahora bien, a pesar del nombre (los términos médicos que terminan en “oma” generalmente significan “tumor”), los neuromas del pie no son realmente tumores sino inflamaciones del tejido nervioso de su pie, en respuesta a algún tipo de irritación o presión. (Recuerde que el cuerpo tiende a responder a la irritación hinchándose para protegerse. Y bien, tendemos a ponernos así cuando alguien o algo nos irrita, como aquella vez que su hijo chocó el auto por cuarta vez este mes, o cuando su colega no para de hablar de sus increíbles vacaciones en Fiji).
Esta irritación o presión puede tener varias causas. Su pie puede, lamentablemente, tener una predisposición para el desarrollo de neuromas si tiene problemas o deformidades como pie plano, arcos extremadamente altos, juanetes, dedos martillo o dedos en una posición inusual. Estos problemas tienden a tensionar o presionar los nervios entre los dedos, lo cual provoca que se hinchen. No obstante, la irritación puede estar causada (o exacerbada) por el uso de zapatos que comprimen o presionan la bola del pie, como los zapatos con mucha punta o los tacos altos. Los golpes o la tensión recurrente (como heridas punzantes, lesiones en el pie, cirugías, o deportes o entornos de trabajo que coloquen presión sobre la bola del pie), también pueden acelerar la formación de un neuroma.
Síntomas
Como el problema involucra a un nervio, tal vez no sea sorprendente que muchas personas sientan ardor, escozor o entumecimiento en la bola del pie o los dedos. Algunas tienen un dolor punzante en la bola del pie (que se dispara hacia la pierna o los extremos de los pies), algo que puede provocarse por colocar demasiado peso sobre el pie o presión en el área entre los dedos. Tal vez sienta como si se le hubiera acumulado la media en su zapato o tuviera algo dentro de él, o incluso como si tuviera algo atascado dentro de la bola de su pie. El área alrededor de la base de sus dedos puede inflamarse. También puede sentir que (para su alivio personal) si se saca su zapato y se masajea la bola del pie el dolor desaparece, al menos por un tiempo.
A medida que el problema avanza, el daño temporal a los nervios se vuelve permanente. El dolor u otros síntomas pueden persistir por varios días o semanas (en vez de desaparecer cuando se saca sus zapatos ajustados). Y los síntomas que ha estado experimentando pueden aumentar su intensidad.
Diagnóstico
El diagnóstico de un neuroma puede ser algo complicado, ya que hay varios problemas que tienen los mismos síntomas, como las fracturas por estrés de los metatarsos, la tendinitis en los tendones entre sus dedos, la artritis u otros problemas de las articulaciones, o la compresión de los nervios en otra área de su cuerpo, como en su pie, su tobillo, su rodilla o su espalda. Afortunadamente, su podiatra está lo suficientemente capacitado para detectar la causa de su dolor. No obstante, como este problema es progresivo, es importante consultar a su podiatra apenas empiece con los síntomas. Si busca un tratamiento inmediatamente, es más probable que pueda tratar su problema con algún método más conservador y evitar la cirugía.
Cuando consulte a su podiatra, éste probablemente le pregunte el historial de sus síntomas y le haga un examen físico de su pie. Es probable que le apriete o presione el pie, algo que le provocará el mismo dolor punzante que experimentó antes. Por favor, entienda que su podiatra no lo hace para que usted se retuerza del dolor, sino para descubrir cuál es exactamente el problema. Su podiatra tal vez busque reproducir sus síntomas o sentir el neuroma.
Los neuromas no aparecen en las radiografías, pero su médico puede solicitarle una para descartar algún posible problema óseo que puede estar provocándole sus síntomas. El examen de nervios tampoco sirve para diagnosticar neuromas, pero se puede usar para determinar si tiene algún otro problema en sus nervios. En algunos casos, pueden ser útiles las resonancias magnéticas o ultrasonidos de alta frecuencia.
Tratamiento
Es probable que su podiatra trate su neuroma tratando de reducir la irritación en su nervio. Esto puede incluir la colocación de almohadillas en la bola del pie (que también se conoce como arco metatarsiano) para reducir la presión sobre el nervio, o bien encintar el pie. También puede recetarle plantillas para corregir la función anormal del pie y darle más apoyo, y recomendarle que cambie su calzado. Es probable que tenga que dejar de usar tacos de más de dos pulgadas de alto y zapatos con mucha punta o con puntera muy estrecha.
Pueden recomendarle la aplicación de hielo y medicamentos antiinflamatorios (como el ibuprofeno o en algunos casos las inyecciones de cortisona) para reducir la hinchazón del área (y aliviar el dolor). Y su médico puede sugerirle que cambie de actividades para reducir la presión sobre el área.
Si estos tratamientos más conservadores no funcionan para reducir el dolor y otros síntomas, tal vez tenga que considerar la opción de la destrucción química del nervio o la cirugía. Ambas opciones (si tienen éxito) eliminarán los síntomas, pero matan o elimina el nervio, lo cual implica que tendrá un área de su pie con poca sensación, o en algunos casos, con insensibilidad total. Pero, lo bueno es que la próxima vez que sienta que tiene una piedra en el zapato, puede estar seguro de que con sólo descalzarse, puede quitarla y arrojársela a su compañero de caminata.
Neuroma del pie (Neuroma de Morton)
Descripción
Parece inevitable que en cualquier caminata (especialmente en las que usa botas acordonadas que tarda una hora en ponerse o quitarse) termina con una piedra en su zapato. Tal vez sea pequeña, pero cuando la pisa, comienza a sentirse como un canto rodado que, de algún modo, ha desafiado las leyes de la física para ingresar en su calzado. Ahora bien, imagine que no es una piedra dentro de su zapato sino dentro de su pie. E imagine que no es una piedra, sino un tejido nervioso inflamado en la bola de su pie. Amigo mío, eso es un neuroma del pie (para ser honesto, no todos los neuromas aparecen en la bola del pie y no todos dan la sensación de tener una piedra en el zapato, pero muchos de ellos sí).
Un neuroma es la inflamación de los tejidos nerviosos que puede ocurrir en cualquier lugar, aunque en el pie, el lugar más común es entre los dedos. Aproximadamente el 80% de las veces se forman entre el tercer y el cuarto dedo (neuroma de Morton) y el 15% de los casos se da entre el segundo y el tercer dedo del pie.
Imagine, por un momento el interior de su pie (ya ha demostrado que es una adepto a la imaginación, así que sigamos con esto, ¿le parece?). Los nervios ingresan a su pie y se ramifican. Los que llevan los impulsos a sus pies se extienden entre sus metatarsos (los huesos largos que conectan los dedos de sus pies con el resto del pie). Cuando llegan a los dedos, estos nervios vuelven a ramificarse en forma de Y; un extremo se extiende hacia un dedo y otro extremo hacia otro dedo. Los neuromas generalmente aparecen en la base de esa Y.
Ahora bien, a pesar del nombre (los términos médicos que terminan en “oma” generalmente significan “tumor”), los neuromas del pie no son realmente tumores sino inflamaciones del tejido nervioso de su pie, en respuesta a algún tipo de irritación o presión. (Recuerde que el cuerpo tiende a responder a la irritación hinchándose para protegerse. Y bien, tendemos a ponernos así cuando alguien o algo nos irrita, como aquella vez que su hijo chocó el auto por cuarta vez este mes, o cuando su colega no para de hablar de sus increíbles vacaciones en Fiji).
Esta irritación o presión puede tener varias causas. Su pie puede, lamentablemente, tener una predisposición para el desarrollo de neuromas si tiene problemas o deformidades como pie plano, arcos extremadamente altos, juanetes, dedos martillo o dedos en una posición inusual. Estos problemas tienden a tensionar o presionar los nervios entre los dedos, lo cual provoca que se hinchen. No obstante, la irritación puede estar causada (o exacerbada) por el uso de zapatos que comprimen o presionan la bola del pie, como los zapatos con mucha punta o los tacos altos. Los golpes o la tensión recurrente (como heridas punzantes, lesiones en el pie, cirugías, o deportes o entornos de trabajo que coloquen presión sobre la bola del pie), también pueden acelerar la formación de un neuroma.
Síntomas
Como el problema involucra a un nervio, tal vez no sea sorprendente que muchas personas sientan ardor, escozor o entumecimiento en la bola del pie o los dedos. Algunas tienen un dolor punzante en la bola del pie (que se dispara hacia la pierna o los extremos de los pies), algo que puede provocarse por colocar demasiado peso sobre el pie o presión en el área entre los dedos. Tal vez sienta como si se le hubiera acumulado la media en su zapato o tuviera algo dentro de él, o incluso como si tuviera algo atascado dentro de la bola de su pie. El área alrededor de la base de sus dedos puede inflamarse. También puede sentir que (para su alivio personal) si se saca su zapato y se masajea la bola del pie el dolor desaparece, al menos por un tiempo.
A medida que el problema avanza, el daño temporal a los nervios se vuelve permanente. El dolor u otros síntomas pueden persistir por varios días o semanas (en vez de desaparecer cuando se saca sus zapatos ajustados). Y los síntomas que ha estado experimentando pueden aumentar su intensidad.
Diagnóstico
El diagnóstico de un neuroma puede ser algo complicado, ya que hay varios problemas que tienen los mismos síntomas, como las fracturas por estrés de los metatarsos, la tendinitis en los tendones entre sus dedos, la artritis u otros problemas de las articulaciones, o la compresión de los nervios en otra área de su cuerpo, como en su pie, su tobillo, su rodilla o su espalda. Afortunadamente, su podiatra está lo suficientemente capacitado para detectar la causa de su dolor. No obstante, como este problema es progresivo, es importante consultar a su podiatra apenas empiece con los síntomas. Si busca un tratamiento inmediatamente, es más probable que pueda tratar su problema con algún método más conservador y evitar la cirugía.
Cuando consulte a su podiatra, éste probablemente le pregunte el historial de sus síntomas y le haga un examen físico de su pie. Es probable que le apriete o presione el pie, algo que le provocará el mismo dolor punzante que experimentó antes. Por favor, entienda que su podiatra no lo hace para que usted se retuerza del dolor, sino para descubrir cuál es exactamente el problema. Su podiatra tal vez busque reproducir sus síntomas o sentir el neuroma.
Los neuromas no aparecen en las radiografías, pero su médico puede solicitarle una para descartar algún posible problema óseo que puede estar provocándole sus síntomas. El examen de nervios tampoco sirve para diagnosticar neuromas, pero se puede usar para determinar si tiene algún otro problema en sus nervios. En algunos casos, pueden ser útiles las resonancias magnéticas o ultrasonidos de alta frecuencia.
Tratamiento
Es probable que su podiatra trate su neuroma tratando de reducir la irritación en su nervio. Esto puede incluir la colocación de almohadillas en la bola del pie (que también se conoce como arco metatarsiano) para reducir la presión sobre el nervio, o bien encintar el pie. También puede recetarle plantillas para corregir la función anormal del pie y darle más apoyo, y recomendarle que cambie su calzado. Es probable que tenga que dejar de usar tacos de más de dos pulgadas de alto y zapatos con mucha punta o con puntera muy estrecha.
Pueden recomendarle la aplicación de hielo y medicamentos antiinflamatorios (como el ibuprofeno o en algunos casos las inyecciones de cortisona) para reducir la hinchazón del área (y aliviar el dolor). Y su médico puede sugerirle que cambie de actividades para reducir la presión sobre el área.
Neuroma del pie (Neuroma de Morton)
Descripción
Parece inevitable que en cualquier caminata (especialmente en las que usa botas acordonadas que tarda una hora en ponerse o quitarse) termina con una piedra en su zapato. Tal vez sea pequeña, pero cuando la pisa, comienza a sentirse como un canto rodado que, de algún modo, ha desafiado las leyes de la física para ingresar en su calzado. Ahora bien, imagine que no es una piedra dentro de su zapato sino dentro de su pie. E imagine que no es una piedra, sino un tejido nervioso inflamado en la bola de su pie. Amigo mío, eso es un neuroma del pie (para ser honesto, no todos los neuromas aparecen en la bola del pie y no todos dan la sensación de tener una piedra en el zapato, pero muchos de ellos sí).
Un neuroma es la inflamación de los tejidos nerviosos que puede ocurrir en cualquier lugar, aunque en el pie, el lugar más común es entre los dedos. Aproximadamente el 80% de las veces se forman entre el tercer y el cuarto dedo (neuroma de Morton) y el 15% de los casos se da entre el segundo y el tercer dedo del pie.
Imagine, por un momento el interior de su pie (ya ha demostrado que es una adepto a la imaginación, así que sigamos con esto, ¿le parece?). Los nervios ingresan a su pie y se ramifican. Los que llevan los impulsos a sus pies se extienden entre sus metatarsos (los huesos largos que conectan los dedos de sus pies con el resto del pie). Cuando llegan a los dedos, estos nervios vuelven a ramificarse en forma de Y; un extremo se extiende hacia un dedo y otro extremo hacia otro dedo. Los neuromas generalmente aparecen en la base de esa Y.
Ahora bien, a pesar del nombre (los términos médicos que terminan en “oma” generalmente significan “tumor”), los neuromas del pie no son realmente tumores sino inflamaciones del tejido nervioso de su pie, en respuesta a algún tipo de irritación o presión. (Recuerde que el cuerpo tiende a responder a la irritación hinchándose para protegerse. Y bien, tendemos a ponernos así cuando alguien o algo nos irrita, como aquella vez que su hijo chocó el auto por cuarta vez este mes, o cuando su colega no para de hablar de sus increíbles vacaciones en Fiji).
Esta irritación o presión puede tener varias causas. Su pie puede, lamentablemente, tener una predisposición para el desarrollo de neuromas si tiene problemas o deformidades como pie plano, arcos extremadamente altos, juanetes, dedos martillo o dedos en una posición inusual. Estos problemas tienden a tensionar o presionar los nervios entre los dedos, lo cual provoca que se hinchen. No obstante, la irritación puede estar causada (o exacerbada) por el uso de zapatos que comprimen o presionan la bola del pie, como los zapatos con mucha punta o los tacos altos. Los golpes o la tensión recurrente (como heridas punzantes, lesiones en el pie, cirugías, o deportes o entornos de trabajo que coloquen presión sobre la bola del pie), también pueden acelerar la formación de un neuroma.
Síntomas
Como el problema involucra a un nervio, tal vez no sea sorprendente que muchas personas sientan ardor, escozor o entumecimiento en la bola del pie o los dedos. Algunas tienen un dolor punzante en la bola del pie (que se dispara hacia la pierna o los extremos de los pies), algo que puede provocarse por colocar demasiado peso sobre el pie o presión en el área entre los dedos. Tal vez sienta como si se le hubiera acumulado la media en su zapato o tuviera algo dentro de él, o incluso como si tuviera algo atascado dentro de la bola de su pie. El área alrededor de la base de sus dedos puede inflamarse. También puede sentir que (para su alivio personal) si se saca su zapato y se masajea la bola del pie el dolor desaparece, al menos por un tiempo.
A medida que el problema avanza, el daño temporal a los nervios se vuelve permanente. El dolor u otros síntomas pueden persistir por varios días o semanas (en vez de desaparecer cuando se saca sus zapatos ajustados). Y los síntomas que ha estado experimentando pueden aumentar su intensidad.
Diagnóstico
El diagnóstico de un neuroma puede ser algo complicado, ya que hay varios problemas que tienen los mismos síntomas, como las fracturas por estrés de los metatarsos, la tendinitis en los tendones entre sus dedos, la artritis u otros problemas de las articulaciones, o la compresión de los nervios en otra área de su cuerpo, como en su pie, su tobillo, su rodilla o su espalda. Afortunadamente, su podiatra está lo suficientemente capacitado para detectar la causa de su dolor. No obstante, como este problema es progresivo, es importante consultar a su podiatra apenas empiece con los síntomas. Si busca un tratamiento inmediatamente, es más probable que pueda tratar su problema con algún método más conservador y evitar la cirugía.
Cuando consulte a su podiatra, éste probablemente le pregunte el historial de sus síntomas y le haga un examen físico de su pie. Es probable que le apriete o presione el pie, algo que le provocará el mismo dolor punzante que experimentó antes. Por favor, entienda que su podiatra no lo hace para que usted se retuerza del dolor, sino para descubrir cuál es exactamente el problema. Su podiatra tal vez busque reproducir sus síntomas o sentir el neuroma.
Los neuromas no aparecen en las radiografías, pero su médico puede solicitarle una para descartar algún posible problema óseo que puede estar provocándole sus síntomas. El examen de nervios tampoco sirve para diagnosticar neuromas, pero se puede usar para determinar si tiene algún otro problema en sus nervios. En algunos casos, pueden ser útiles las resonancias magnéticas o ultrasonidos de alta frecuencia.
Tratamiento
Es probable que su podiatra trate su neuroma tratando de reducir la irritación en su nervio. Esto puede incluir la colocación de almohadillas en la bola del pie (que también se conoce como arco metatarsiano) para reducir la presión sobre el nervio, o bien encintar el pie. También puede recetarle plantillas para corregir la función anormal del pie y darle más apoyo, y recomendarle que cambie su calzado. Es probable que tenga que dejar de usar tacos de más de dos pulgadas de alto y zapatos con mucha punta o con puntera muy estrecha.
Pueden recomendarle la aplicación de hielo y medicamentos antiinflamatorios (como el ibuprofeno o en algunos casos las inyecciones de cortisona) para reducir la hinchazón del área (y aliviar el dolor). Y su médico puede sugerirle que cambie de actividades para reducir la presión sobre el área.
Si estos tratamientos más conservadores no funcionan para reducir el dolor y otros síntomas, tal vez tenga que considerar la opción de la destrucción química del nervio o la cirugía. Ambas opciones (si tienen éxito) eliminarán los síntomas, pero matan o elimina el nervio, lo cual implica que tendrá un área de su pie con poca sensación, o en algunos casos, con insensibilidad total. Pero, lo bueno es que la próxima vez que sienta que tiene una piedra en el zapato, puede estar seguro de que con sólo descalzarse, puede quitarla y arrojársela a su compañero de caminata.
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Si estos tratamientos más conservadores no funcionan para reducir el dolor y otros síntomas, tal vez tenga que considerar la opción de la destrucción química del nervio o la cirugía. Ambas opciones (si tienen éxito) eliminarán los síntomas, pero matan o elimina el nervio, lo cual implica que tendrá un área de su pie con poca sensación, o en algunos casos, con insensibilidad total. Pero, lo bueno es que la próxima vez que sienta que tiene una piedra en el zapato, puede estar seguro de que con sólo descalzarse, puede quitarla y arrojársela a su compañero de caminata.