Mal Olor En Los Pies (Bromhidrosis)
Descripción
Los pies olorosos tal vez sean el problema más desagradable de los pies, ¿no le parece? Piense en esto: los representantes de dos países en conflicto se reúnen para hablar sobre la paz. El moderador, que está usando zapatos demasiado ajustados, se los quita por debajo de la mesa para sentir un poco de alivio. Lentamente, un olor desagradable comienza a salir desde abajo de la mesa y llega hasta las fosas nasales de los mandatarios en conflicto. Consternado, uno acusa al otro de haber tirado una cápsula gas venenoso. El otro representante se pone rojo de furia con esta acusación y grita que si hay un gas venenoso en la sala, seguramente proviene de la boca del primer representante. Se desata una batalla durante la cual el moderador, con el rostro pálido, vuelve a colocar sus pies en sus apretados zapatos. La paz se quiebra, comienza una guerra, y todo por unos pies olorosos.
Bien, aunque este escenario parezca un poco exagerado, los pies con olor desagradable pueden generar una situación vergonzosa y molesta. No son los pies en sí los que causan el mal olor, sino las bacterias (o a veces los hongos) que viven en los pies (así que, si alguien los acusa de tener pies olorosos, sólo échenle la culpa a las bacterias). En condiciones de humedad y oscuridad (como por ejemplo, dentro de un zapato mojado de transpiración), las bacterias tienden a proliferar. Se alimentan de las células de piel muerta y la grasa que sale de su piel. Luego, excretan ácido isovalérico, que produce un olor que la nariz del ser humano tiende a considerar desagradable. Las reacciones a los materiales sintéticos también contribuyen a aumentar el mal olor. Y algunas personas particularmente desafortunadas (generalmente las personas con pies que sudan en exceso) tal vez tengan bacterias en sus pies que generan un olor sulfuroso (como a huevo podrido).
Los pies están predispuestos a sudar. De hecho, la piel de los pies contiene más glándulas sudoríparas que cualquier otra parte del cuerpo, por lo cual la transpiración de los pies no es algo nuevo. Si bien casi todas las personas tienen pies que sudan (a menos que sufra de neuropatía, pero no vamos a adentrarnos en ese tema), algunas sudan más de lo normal (un problema llamado hiperhidrosis), lo cual hace que tengan más probabilidades de sufrir de mal olor en los pies (bromhidrosis).
Síntomas
Los síntomas del olor en los pies son bastante fáciles de reconocer. Si las personas tienden a salir de la sala (o muestran expresiones raras en su rostro) cada vez que usted se quita los zapatos, tal vez tenga un problema. Ahora bien, en serio, el mal olor es uno de los indicadores más notables. Tal vez note también que sus pies sudan en exceso.
Diagnóstico
Si bien es muy fácil darse cuenta si sus pies tienen mal olor o no, su podiatra tal vez determine por qué sus pies huelen tan mal. (El mal olor en los pies rara vez, pero en algunos casos, se debe a otro problema, como una glándula tiroides excesivamente activa o anemia). Su podiatra tal vez le pregunte hace cuánto huelen mal sus pies y decida (o no) oler sus pies, dependiendo de qué tan resistente sea o de si ha almorzado hace poco o no.
Tratamiento
Por suerte, el mal olor en los pies (a pesar del ejemplo que dimos al comienzo), no pone en riesgo la vida y se puede tratar. La clave para evitar el mal olor en los pies es tener buenos hábitos de higiene. Debe lavarse los pies todos los días con agua tibia y jabón, y luego secarlos bien, especialmente en la zona entre sus dedos, para evitar infecciones fúngicas. (Estas infecciones, como el pie de atleta, tienen más probabilidades de ocurrir si tiene pies sudorosos). También puede usar polvo pédico para absorber la humedad, pero es recomendable quitar el polvo entre sus pies para que no se acumule.
Cámbiese los calcetines todos los días (con más frecuencia si sus pies sudan mucho, como por ejemplo, durante la actividad física) y sus zapatos también. Deje que los zapatos se aireen unos días antes de volver a usarlos para que se sequen y eviten el crecimiento de bacterias (esto también le da la excusa de comprarse uno o dos pares de zapatos más). Además, debe evitar usar zapatos demasiado apretados, o que estén hechos de materiales sintéticos. Los materiales como el cuero, el lienzo o la malla permiten que sus pies respiren (es decir, dejan que sus pies se aireen y disipen la humedad). Recuerde que debe elegir calcetines que puedan repeler la humedad de su piel como la lana (si no tiene reacción alérgica a este material) o el algodón. Evite los calcetines de nylon o las medias
Puede retirar las plantillas internas de sus zapatos y sacarlas al aire libre para ventilarlas o también puede lavarlas. Los aerosoles desinfectantes para dentro de sus zapatos pueden matar a las bacterias que causan el mal olor. Andar descalzo (a menos que sea diabético o tenga algún otro motivo para evitarlo) también puede ayudar a que sus pies se sequen completamente, lo cual dificulta que las bacterias de su piel se multipliquen y despidan ese olor tan desagradable.
Para evitar el mal olor, se pueden usar antitranspirantes como el hexahidrato de cloruro de aluminio, que puede ser de venta libre o recetado. Algunas medidas más extremas pueden ser enviar corriente eléctrica a través de la piel (NO pruebe esto en su casa con el tomacorrientes. Si este tratamiento está disponible, su médico tendrá una máquina especial para hacerlo) que a menudo reduce la transpiración durante algunas semanas. Si su problema es realmente grave, un cirujano de pies puede cortarle los nervios que controlan la transpiración de sus pies.