Juanetes

Descripción

Tal vez haya notado que la gente vinculada a la podología no es muy aficionada a ciertos tipos de zapatos por los cuales algunas personas se vuelven locas: con mucha punta, tacones más altos que las rodillas, saben a lo que me refiero. Sin embargo, esto no se debe a que su podiatra tiene un plan maligno para hacerle lucir lo más pasada de moda posible. Sólo tiene que ver con el hecho de que los zapatos considerados de moda suelen ser los mismos zapatos que pueden agravar seriamente numerosos problemas de los pies.

Hablemos de los juanetes, por ejemplo. Pues bien, en realidad los juanetes no son causados por zapatos que calzan mal, pero estos sí empeoran mucho un problema que ya de por sí es duro. De hecho, son producto de desalineaciones congénitas dentro del pie. Estos problemas estructurales inherentes del pie harán que se ejerza más presión que la normal sobre la articulación que conecta al dedo gordo con el primer metatarsiano (el hueso largo que se une al dedo gordo y se prolonga hasta abajo a través de toda la longitud de la mitad del pie). Esta presión termina haciendo que los tejidos que rodean a la articulación se estiren y brinden menos soporte, lo que a su vez hace que los huesos se desalineen aún más. En algún momento, el metatarsiano comienza a sobresalir hacia el borde interior de su pie, y el dedo gordo comienza a apuntar en dirección de los demás dedos. A menudo, esto genera una protuberancia en el borde interior de su pie, justo al lado del dedo gordo.

Y esos no son los únicos problemas que pueden surgir. A algunas personas les crece un hueso sobre la articulación; otras (aunque esto no es común) desarrollan un saco lleno de líquido sobre el juanete, llamado bolsa sinovial. Pero el problema en el que quizás la mayoría de ustedes estén interesados es que los juanetes hacen que calzarse zapatos resulte difícil o hasta imposible. La verdad es que los zapatos que calzan mal suelen ser los culpables de que los juanetes dejen de ser delincuentes juveniles para convertirse en criminales hechos y derechos. Los zapatos que aprietan mucho los dedos, o que tienen tacones en punta, pueden ejercer más presión sobre una articulación que ya está tensa, agravando aún más la desalineación del pie. Lo bueno es que, a veces, abandonar esos zapatos puntiagudos y de tacones altos puede hacer que su problema de juanetes le resulte mucho más fácil de sobrellevar. Pero volveremos sobre eso más adelante.

Síntomas

Las personas con juanetes generalmente se deciden a visitar al podiatra cuando sienten dolor al usar zapatos. Con frecuencia, estas personas son mujeres a quienes sus incursiones en el mundo de la moda les han provocado dolores adicionales en los pies, si bien los juanetes pueden agravarse simplemente por permanecer demasiado tiempo de pie.

Es probable que el dolor aparezca allí donde se encuentra el juanete (esto es, en la base del dedo gordo del pie). Tal vez advierta además que se desarrolla una protuberancia firme en el borde interior de su pie, junto a la base del dedo gordo. En algunos casos, el dedo gordo se inclina visiblemente hacia los demás dedos, y esto puede generar la aparición de escaras entre los dedos por estar demasiado apretados entre sí, la formación de durezas en el dedo gordo, callos en el dedo gordo o el segundo dedo y la acumulación de cantidades industriales de suciedad entre los dedos (bueno, la parte de la suciedad entre los dedos es una broma).

La zona también puede inflamarse, lo que implica hinchazón, enrojecimiento y posiblemente que la piel esté caliente al tocarla. Además, mover la articulación puede volverse más difícil. Si los juanetes son particularmente grandes, algunas personas pueden tener dificultades para caminar o simplemente no podrán hacerlo.

Diagnóstico

Es posible que su podiatra ya haya visto muchos juanetes en su vida. Para efectuar un diagnóstico del suyo, él o ella observará la protuberancia característica sobre el costado de su pie junto a la articulación del dedo gordo, y puede verificar o preguntarle sobre alguno de los síntomas que mencionábamos anteriormente. Para brindarle un diagnóstico firme y para ver el grado de desarrollo de la deformidad, tal vez su podiatra le ordene que se realice una radiografía.

Tratamiento

Los juanetes no son un inconveniente que simplemente desaparecerá con el tiempo, aunque puede hacer algunas cosas que le ayudarán a evitar que el problema empeore y que usted se sienta mucho más incómodo.

Como primera medida, deshágase de esos malditos zapatos de tacones altos y puntiagudos. En serio. Los mejores zapatos, especialmente para personas con problemas de juanetes, tienen punteras (el espacio para los dedos donde termina su zapato) que contienen a todos sus dedos (no sólo a aquellos que la moda nos dice que deben contenerse), y permiten que usted pueda desplazarse un poco. Además, debe evitar los tacones de más de una pulgada o dos (cuanto más bajos, mejor). Para algunas personas (si bien no para todas), esto es todo lo que necesitan para deshacerse del dolor asociado a los juanetes.

Sin embargo, mucha gente necesitará un tratamiento más prolongado. Si éste es su caso, puede probar con algunas cosas. A veces, colocar almohadillas de fieltro o de venta libre sobre su juanete puede reducir la presión sobre la prominencia y le dará un alivio considerable. Encintar los pies (puede preguntarle a su podiatra como hacerlo correctamente) también puede ayudar a conseguir la alineación adecuada, además de reducir la presión sobre su articulación.

Puede disminuir la inflamación asociada a los juanetes aplicando hielo durante veinte minutos cada hora (coloque siempre una toalla delgada entre el hielo y su piel), o usando medicamentos antiinflamatorios como el ibuprofeno (en algunos casos, su podiatra puede recetarle un antiinflamatorio oral o inyectable). A algunas personas, la terapia física (específicamente la terapia con ultrasonido), les resulta útil para atenuar el dolor provocado por los juanetes. Si se considerada adecuado, pueden usarse ortesis para intentar corregir la desalineación inicial que causó el problema.

Por desgracia, en ocasiones los tratamiento mencionados más arriba no corrigen el problema lo suficiente como para permitirle vivir sin un dolor intenso. Si es su caso, tal vez sea momento de hablar sobre opciones quirúrgicas con su podiatra. Se han utilizado más de cien tipos de cirugías para corregir los problemas de juanetes. Su podiatra le dirá cuál es la opción más conveniente para su problema específico, tomando en cuenta su estilo de vida y otras necesidades médicas.

Algunas cirugías (bunionectomías o correcciones de juanetes) simplemente eliminan el crecimiento óseo de la articulación. Habitualmente se la practica en los casos menos graves. En otras cirugías, se puede cortar el metatarsiano para realinear a los huesos en la posición correcta, y se utilizan tornillos, agujas y placas para que todo quede en el lugar que corresponde. Por lo general, esto también exige arreglar cualquier problema con tejidos blandos que puedan haberse desarrollado junto con el juanete, como por ejemplo problemas de tendones.

Cualquiera sea el tratamiento que realice, asegúrese de seguir los consejos de su médico. Hacerlo reducirá en gran medida las posibilidades de que los juanetes regresen y vuelvan a atormentarle la vida.