Juanetes de sastre

Descripción

Probablemente ha escuchado hablar de los juanetes, esas incómodas (y a veces dolorosas) protuberancias que crecen en los pies. Sin embargo, tal vez nunca escuchó hablar del juanete de sastre. Más allá de la similitud del nombre, los juanetes de sastre no son juanetes pequeños y simpáticos que desarrollan las muñecas en sus adorables pies adolescentes. Son un problema bien concreto. Se desarrollan en la unión entre el quinto metatarsiano (los metatarsianos son huesos largos que se encuentran en el centro de su pie y se conectan con los dedos) y el dedo pequeño de su pie. Es más, el hecho de que se les llame juanetes de sastre tiene que ver con que los sastres (hace mucho tiempo) solían sentarse con los bordes externos de sus pies contra el piso, lo cual a veces producía la aparición de un juanete.

Como la mayoría de los juanetes, los juanetes de sastre son un agrandamiento de la articulación mediante la cual el dedo pequeño se une con el hueso metatarsiano. También se puede desarrollar un espolón o sobrehueso. Este agrandamiento deforma el pie: básicamente el pie y el hueso metatarsiano comienzan a orientarse en la dirección incorrecta y el área de la articulación se traslada paulatinamente hacia fuera del pie. Esto crea un bulto extraño en la parte externa de su pie, justo debajo de su dedo pequeño. El mayor problema es que este bulto puede comenzar a rozar sus zapatos (especialmente los más apretados con puntera fina), y esto puede provocar mucha incomodidad y empeorar aún más el problema.

Los juanetes de sastre a menudo son causados por deformidades propias del pie, las cuales pueden incluir aquellas heredadas genéticamente (por favor, no culpe a su madre por sus juanetes de sastre), o las surgidas durante la etapa de desarrollo o como resultado de una lesión.

Síntomas

El síntoma más obvio de un juanete de sastre es la protuberancia que se ve y se siente en la parte inferior de su dedo pequeño del pie. Probablemente sea firme al tacto. Sin embargo, además de esto, tal vez note que esta protuberancia se hincha, se pone roja y duele, especialmente si usa esos tacones que debería haber regalado hace ya varios años. También es probable que le resulte difícil o doloroso mover su dedo meñique.

Diagnóstico

Cuando comience a experimentar alguno de estos síntomas, tal vez sea recomendable consultar a su podiatra, quien puede ayudarle a aliviar el dolor de su juanete de sastre. Este profesional probablemente elabore el diagnóstico con sólo mirar su pie y examinar el área tocándola. Tal vez sea necesario hacer una radiografía para ver qué tan grave es el problema.

Tratamiento

El problema principal con los juanetes de sastre es que rozan los zapatos y pueden causar mucho dolor al caminar. Para reducir el dolor asociado con su juanete de sastre, su podiatra puede probar un tratamiento con plantillas (generalmente, plantillas para juanetes sin medicamento) con el objetivo de reducir el dolor del roce. Su podiatra tal vez le sugiera que cambie los zapatos que usa. Si usa tacones de más de una o dos pulgadas, quizás sea hora de regalarlos (a menos que quiera lucir bultos grandes y antiestéticos y doblarse del dolor, por supuesto). Asegúrese de que la puntera de sus zapatos se adapte al movimiento de sus dedos. Nunca deben quedarle ajustados; así que, tire esos zapatos con mucha punta. La industria de la moda no se preocupa por el bienestar de sus pies, así que no le debe ningún tipo de lealtad.

Los cambios mencionados pueden ayudar mucho. Para aliviar aún más el dolor, su podiatra puede darle medicamentos antiinflamatorios (como ibuprofeno o inyecciones de cortisona) y hielo para reducir la hinchazón (siempre use una toalla fina entre el hielo y su piel, y no lo aplique por más de veinte minutos por vez)

Si aún sigue sintiendo dolor a causa de su juanete de sastre luego de tomar estas medidas, tal vez la mejor opción para su caso sea la cirugía. De hecho, las cirugías de juanetes de sastre generalmente son exitosas y logran aliviar el dolor (luego de recuperarse de la cirugía, por supuesto). Dependiendo de cuán grave sea la deformidad en la articulación, su cirujano tal vez se deshaga del sobrehueso de la articulación o quizás deba cortar y volver a alinear los huesos para acomodar todo.

Sin importar qué tratamiento elija, siempre siga las instrucciones de su podiatra y podrá deshacerse de su problema con los juanetes de sastre de una vez y para siempre.