Instrucciones Para El Cuidado Del Pie Diabético

¿Qué es la diabetes?
La diabetes es una enfermedad en la que su cuerpo no puede producir insulina (una hormona que ayuda a que el cuerpo procese el azúcar) o bien sus tejidos no responden a la insulina que se produce. Esto lleva a que haya mucha azúcar en la sangre, lo cual, a la vez, puede dañar los vasos sanguíneos, los nervios, los riñones, el corazón, los ojos y (por último pero no por eso menos importante), los pies.

Lamentablemente, el daño que se produce en sus nervios hace que, por ejemplo, no se dé cuenta de cuando pisa un pequeño trozo de vidrio del frasco de jalea que su hija arrojó ayer. O bien, puede no darse cuente de que sus dedos se están irritando mucho cuando quedan apretados en unos zapatos de puntera angosta. En el peor de los casos, si el daño a sus nervios es grande, tal vez no note que se ha fracturado el pie, y siga caminando. De ese modo, pueden desarrollarse úlceras en esa piel irritada o en la piel que recibe mucha presión, y las fracturas son siempre un problema. Pero las cosas pueden empeorar aún más.

La diabetes también daña los vasos sanguíneos, de modo que la circulación hacia y desde su pie se deteriora. Como se necesita de un buen flujo de sangre para estimular la sanación de las heridas, esas úlceras y fracturas pueden no curarse bien. De hecho, pueden no curarse nunca. O bien, si tiene una infección (en una úlcera o incluso en un pequeño corte en su pie), su sangre no puede transmitir adecuadamente la energía necesaria para combatirla, y esto puede trasladarse a sus huesos y al resto de su extremidad.

Qué puede hacer

Diagnóstico
Todo esto parece aterrador, ¿no le parece? Afortunadamente, puede hacer muchas cosas para controlar el cuidado de sus pies  si tiene diabetes. La identificación y tratamiento precoz  de los problemas es fundamental para evitar complicaciones más graves en sus pies. Aquí hay algunas cosas que puede hacer para prevenir estas complicaciones.

  • Mantenga su nivel de glucosa en el rango deseado: – Su médico de cabecera puede ayudarle con esto, pero es fundamental que controle su nivel de glucosa aún cuando no va al médico. Recuerde que los problemas con su nivel de glucosa pueden provocar daños a los vasos sanguíneos y nervios, que a la vez puede desmejorar su salud (y la de sus pies). Mantener controlado ese nivel puede prevenir muchos otros problemas.
  • Inspección diaria de sus pies: controlar diariamente sus pies puede no sonar como un programa divertido para sus ratos libres, pero es fundamentalpara encontrar problemas en sus pies en forma precoz, particularmente si tiene daños en los nervios. (Si quiere que esto no sea tan aburrido, puede comenzar a inspeccionarse los pies con un gorro al estilo de Sherlock Holmes, una pipa (apagada, por supuesto) entre sus dientes y una enorme lupa). Si no puede ver bien sus pies o si le cuesta llegar, pídale a un amigo o familiar que le ayude o use un espejo (los que tienen aumento son los mejores) para controlar los lugares más difíciles de ver (como la planta de sus pies). También puede usar el espejo para mirarse y decirse lo bien que luce y felicitarse por lo bien que cuida a sus pies.
    • Preste especial atención a las plantas de sus pies y el área entre sus dedos, ya que aquí es donde ocurren con mayor frecuencia los problemas.
    • Controle su piel para ver que no haya signos de irritación o lesiones. Busque rasguños o cortes (sin importar lo pequeños que sean), ampollas, sarpullidos, signos de infección como enrojecimiento, hinchazón, líquido o mal olor, y también posibles cambios en el color de la piel o pérdida de vello en sus pies o dedos.
    • Controle las uñas de sus pies para verificar que no tengan problemas ¿Están amarillentas o de algún otro color? ¿Están más gruesas, deformadas, estriadas o no le crecen?
    • Busque signos de haberse fracturado el pie. Controle sus pies en general para ver que no estén enrojecidos, tibios o calientes al tacto, hinchados o que no hayan cambiado de forma, tamaño o dirección.
    • Si nota alguno de los síntomas antes descriptos en sus pies, consulte a su podiatra lo antes posible. No suponga que el problema se solucionará solo y no espere a que se le pase. Tratar los problemas en forma precoz es fundamental para el cuidado del pie diabético. Al hacerlo, reduce considerablemente sus posibilidades de desarrollar complicaciones más graves.
    • Establezca un horario específico para inspeccionar sus pies cada día, simplemente para asegurarse de no olvidarlo.
  • Limpie sus pies: lávese los pies todos los días con agua tibia y un jabón neutro. Asegúrese de probar la temperatura del agua con su mano (o también con su codo, en caso de que su  mano no tenga mucha sensibilidad), para asegurarse de que no esté demasiado caliente. También puede pedirle a otra persona que pruebe cómo está la temperatura del agua. Seque sus pies a fondo pero con cuidado, usando una toalla suave y prestando especial atención a la piel que está entre sus dedos. Puede usar talco para pies o talco para bebés y así evitar que sus pies queden húmedos, pero asegúrese de eliminar todos los residuos, especialmente entre sus dedos. No sumerja sus pies en agua a menos que su podiatra se lo indique.
  • Use el calzado adecuado: es importante evitar ciertos tipos de calzados porque pueden exponer a sus pies a las lesiones, provocarle demasiada presión o colocar a sus pies en una posición antinatural. Los zapatos a evitar son las sandalias (especialmente las que tienen una tira entre los dedos), las ojotas y los zapatos de taco alto. Por el contrario, use zapatos cómodos y que le queden bien, con capellada de cuero blando que pueda amoldarse a sus pies. (El calzado deportivo para correr o caminar puede ser una buena opción). Use medias, pero evite las que tengan costuras, ya que esto puede irritar sus pies (y, potencialmente, ulcerarlos). (Puede preguntarle a su podiatra acerca de los zapatos y medias especialmente diseñados para pacientes diabéticos). Siempre controle el interior de sus zapatos antes de colocárselos y luego de quitárselos, para asegurarse de que la parte interior del calzado sea lisa y de que no haya ningún objeto extraño (como piedritas, ¡o incluso una araña!).
  • Lubrique la piel seca: aplique una capa fina de crema hidratante (la crema Cetaphil es muy recomendable) mientras sus pies están húmedos. Evite colocarse crema entre sus dedos, ya que esto puede provocarle hongos.
  • Córtese las uñas: corte sus uñas en forma recta. Si redondea las uñas éstas se pueden encarnar e infectar. Mantenga sus uñas bien cortadas para reducir la presión dentro de sus zapatos y evitar otras complicaciones.
  • Baje de peso: esto tal vez le cueste un poco más. Tal vez usted no tenga sobrepeso, pero la verdad es que la gran mayoría de los diabéticos no mantienen un peso saludable. Además de mejorar su salud en general, bajar de peso también le ayuda a reducir la presión sobre sus pies, lo cual le evita problemas a futuro. Siempre debe hablar sobre su plan nutricional para bajar de peso con su médico, en especial si es diabético.
  • Ejercítese: además de ayudarle a bajar de peso, el ejercicio puede mejorar la circulación y el estado de sus pies. Caminar a menudo se considera el mejor ejercicio para los diabéticos. No obstante, debe consultar a su médico de cabecera y a su podiatra antes de comenzar con un programa de ejercicios. (Además, asegúrese de preguntarle a su podiatra cuál es el mejor calzado para usar mientras se ejercita. Este profesional puede darle muy buenas opciones).
  • Mejore la circulación de sus pies: puede ayudar a que el flujo sanguíneo hacia sus pies mejore si levanta un poco los pies mientras está sentado (¡levantar sus pies mientras está parado seguramente no funcionará!). También puede probar hacer un poco de ejercicio, como mover sus dedos o sus pies hacia arriba y hacia abajo desde el tobillo. Puede hacerlo en intervalos de cinco minutos, unas dos o tres veces por día.
  • Consulte a su podiatra: consulte a su podiatra al menos dos veces al año, y asegúrese de decirle que tiene diabetes. Si nota ampollas, perforaciones, dolor en sus pies o piernas (el dolor de piernas puede ser un signo de una arteria obstruida), cambios en el color de la piel o las uñas, pérdida de sensibilidad o si ve que un área de su pie tiene más o menos temperatura de lo normal, consulte a su podiatra inmediatamente.

Qué debe evitar
El cuidado del pie diabético no se trata sólo de lo que debe hacer. Si usted tiene diabetes hay muchas cosas que debe evitar, especialmente si tiene daños en sus nervios. Preste especial atención a la lista que está debajo:

  • NO camine descalzo: ya sea dentro de su casa o fuera de ella, sus pies pueden pisar ciertas cosas en el suelo que pueden provocarle daños, como juguetes de plástico pequeños, trozos de vidrio, uñas o rocas muy filosas. (Aunque por supuesto, debería limpiar siempre sus pisos para que no haya ninguna de esas cosas peligrosas). Como tal vez no se dé cuenta si pisa alguna de estas cosas (y por ende, puede dañar su pie y seguir caminando sobre su herida), puede evitar el problema de lleno si usa zapatos (CON calcetines) casi todo el día. Excepto en la cama, por supuesto. En general, sus pies estarán seguros si usa calzado. (Por supuesto, puede usar calcetines en la cama para mantener sus pies calientes).
  • NO se coloque cosas apretadas alrededor de sus piernas: los accesorios como los ligueros o las medias a la altura de la rodilla (o elásticos para sostener las medias) pueden reducir la circulación de sus pies y así exacerbar sus problemas de flujo sanguíneo. Las trusas, las medias muy ajustadas e incluso los calcetines de hombre a veces pueden ser un problema si el elástico es muy ajustado.
  • NO exponga sus pies al calor o al frío extremo: nuevamente, debido a los problemas en los nervios, tal vez no sienta cuando la piel de su pie está demasiado caliente o demasiado fría y, por lo tanto, puede no saber cuando el calor o el frío en exceso causa un daño a su pie. Para evitar problemas, no camine sobre el pavimento caliente, nunca use una bolsa de agua caliente o una almohadilla de calor sobre sus pies (si tiene frío en los pies, use calcetines), tenga cuidado con la calefacción del automóvil en sus viajes largos y no coloque hielo en sus pies si los siente demasiado calientes. Por el contrario, colóquese protector solar en los pies para evitar insolarse.
  • NO se corte los callos solo: si trata de realizarse una “cirugía casera” en sus callos, corre el riesgo de quitar demasiada piel o de infectarse. Si necesita que se los quiten, su podiatra es experto en deshacerse de los callos. También puede enseñarle cómo retirarse los callos más pequeños y finos con piedra pómez o una lima para pies, pero sólo si promete seguir sus instrucciones al pie de la letra. NUNCA use removedores de callos, ya que pueden carcomer la piel sana y causar infecciones.
  • NO use soportes para los pies que no sean recetados: su podiatra tal vez le recete plantillas específicas para su pie, así que evite las plantillas y soportes para los arcos que son de venta libre.
  • NO fume: el tabaco puede reducir aún más su circulación y provocar más complicaciones a su salud. Deje de fumar lo antes posible para evitar estas complicaciones.
  • NO beba en exceso: del mismo modo que fumar puede dañar su circulación, el alcohol  también puede acelerar el daño que la neuropatía provocó a sus nervios. Esto aumenta la posibilidad de que no pueda detectar una lesión u otros problemas en sus pies. Evite beber en exceso.
  • NO cruce las piernas: al cruzar sus piernas mientras está sentado (o incluso recostado) puede comprometer la circulación de sus piernas y pies. Tal vez luzca bien con las piernas cruzadas, pero recuerde que su salud es más importante que su aspecto (Sí, a pesar de lo que la industria de la moda le diga).

Siempre recuerde: la clave para cuidar el pie diabético es identificar y tratar los problemas. Consulte a su podiatra de inmediato si nota algún indicio de peligro y siempre revise sus pies. Al hacerlo se ahorra muchos problemas, una posible amputación e incluso puede salvar su vida.