Inestabilidad crónica del tobillo
Descripción
La articulación del tobillo le permite a su pie moverse hacia arriba y hacia abajo cuando camina. Como puede ver, esta articulación se usa mucho. (En realidad, ¿le ha agradecido a sus tobillos por todo lo que hacen por usted? ¿Les ha enviado flores? ¿Los llamó el día de su cumpleaños?). Pero, algunas veces, se puede entusiasmar demasiado. Se puede torcer el tobillo intentando recibir una pelota, caer bruscamente después de saltar o caer por un descuido en un pozo de 15 pies con tigres merodeando en el fondo. Este es el tipo de cosas que podrían lastimar su tobillo.
Cuando sufre un esguince de tobillo por primera vez, sus ligamentos (tejidos que unen diferentes partes) se hiperextienden o se desgarran. Si la lesión no se cura adecuadamente, los ligamentos quedan sueltos, provocando que su tobillo se vuelva inestable y más propenso a lesionarse otra vez. Entonces, la próxima vez, no será necesario caerse en un pozo de 15 pies de profundidad para sufrir otro esguince; quizás lo sufra cayendo en uno de 10 pies y así sucesivamente, hasta que simplemente se esguince el tobillo al cruzar la calle (con o sin tigres).
El debilitamiento de los ligamentos y los esguinces de tobillo reiterados constituyen una condición denominada inestabilidad crónica de tobillo. Es un círculo vicioso, en el cual una lesión conduce a sufrir más lesiones. No es un círculo placentero al cual pertenecer y puede ser realmente molesto, principalmente para los atletas que confían en el funcionamiento adecuado de sus articulaciones. Los huesos que conforman la articulación del tobillo pueden estar mal alineados, por ejemplo el astrágalo, que es el hueso del pie ubicado en la articulación del tobillo. Luego de varias lesiones en el tobillo, éste se puede inclinar hacia adentro aunque se encuentre en la pequeña caja creada para él al final de los huesos de la pierna.
Síntomas
La gente que sufre inestabilidad crónica del tobillo tiene problemas para caminar sobre superficies irregulares y pueden advertir que sus tobillos se inclinan hacia adentro demasiado fácil. Esto provoca que sientan sus pies tambaleantes al intentar caminar (no es un buen síntoma, principalmente si es un equilibrista). También puede sufrir esguinces una y otra vez, que probablemente causarán inflamación alrededor del tobillo, hematomas, dolor y malestar. El dolor puede ser crónico y con el correr del tiempo, se pueden desarrollar espolones óseos en las articulaciones, lo que significa más dolor e inflamación.
Diagnóstico
Su podiatra revisará el tobillo para controlar si presenta inflamación y sensibilidad, y seguramente le pregunte acerca de su historial de lesiones en el tobillo. También puede ejercer presión sobre la articulación del tobillo presionándola hacia adentro, para ver si se mueve más de lo normal o si presenta otros signos de inestabilidad.
Las radiografías pueden utilizarse para controlar los huesos (la inestabilidad en la articulación de los tobillos aparecerá como una mala alineación del astrágalo en la articulación del tobillo); o bien, su podiatra puede elegir otros métodos de diagnóstico por imagen como la tomografía computada o una resonancia magnética. (Estas imágenes pueden tomarse mientras su podiatra presiona el tobillo, que ayudará a que la inestabilidad aparezca más rápido si existe).
Tratamiento
Básicamente, el tratamiento gira en torno a curar los ligamentos, tratando el dolor relacionado con la inestabilidad del tobillo y fortaleciendo sus músculos para evitar lesiones futuras. Su podiatra puede acelerar el proceso de curación de los ligamentos inmovilizando las articulaciones de los tobillos. Esto se logra usando un yeso o una férula (ambos pueden decorarse con pegatinas, brillantina y/o lentejuelas). En general, puede combatir este dolor de tobillos tomando medicamentos antiinflamatorios, como ibuprofeno u otros medicamentos recetados.
Su podiatra también puede recomendar sesiones de fisioterapia. Esto le ayudará a rehabilitar los ligamentos, fortalecer los músculos que afectan el tobillo y proveer una gran estabilidad a medida que mueve su pie.
Si su tobillo no responde bien a los tratamientos recién mencionados, su podiatra discutirá con usted la posibilidad de someterse a una cirugía. La cirugía puede utilizarse para ajustar los ligamentos de su tobillo o puede usar algunos tejidos desde alrededor del tobillo para fortalecer las articulaciones. Otro método que su cirujano puede aplicar es tomar un tendón de otra parte del cuerpo y usarlo para estabilizar su tobillo. Todas las cirugías tienen beneficios y desventajas. Su podiatra puede ayudarle a decidir cuál es la mejor para usted.
Lo bueno de esta condición es que existe un tratamiento para curarla. Y si se cuida, volverá a sus actividades normales pronto. De aquí en adelante, sólo debe evitar los pozos con tigres.