Dolor de Talón (Fascitis Plantar)
Descripción
El fondo de las cosas, generalmente, es difamado. El fondo de un barril, el fondo del océano, el fondo de un escorial y el fondo de otras cosas, se consideran como algo oscuro, sucio o desagradable. Sin embargo, piense lo importante que es el fondo de las cosas: el fondo de un barco por ejemplo, aunque a veces que llena de agua de la sentina, es esencial para el bienestar general del barco. Cuando el fondo falla, el barco se hunde en el fondo del mar. El cual está lleno de habitantes del fondo, como bien sabemos.
La planta de los pies, también es muy importante. Piense lo siguiente: todo el peso de su cuerpo ejerce presión sobre sus pobres y extenuados pies. Y hacia la planta del pie se encuentra un tejido que se llama fascia plantar (un fascia es similar al ligamento), que se conecta con la parte inferior del hueso del talón y se expande hacia la base de los dedos. Ayuda a soportar la estructura de los huesos en la planta del pie. Desafortunadamente, no parece que apreciemos lo que la fascia plantar hace por nosotros hasta que decide elevarse.
Al igual que muchos tejidos, la fascia plantar se puede estirar con el tiempo particularmente en las personas con arcos demasiado altos o bajos, que tienen sobrepeso, que suelen hacer mucha actividad física como correr y saltar, que usan calzados con poco o nada de soporte, que tienen el tendón de Aquiles muy tenso. Pasar mucho tiempo sobre superficies duras, planas (como el suelo de concreto), también puede provocar problemas. La Fascitis plantar puede aparecer en personas de cualquier sexo, aunque, afecta a las personas de mediana edad (de 40 a 60) con mayor frecuencia.
Cuando la fascia plantar se expande demasiado, puede desarrollar pequeños desgarros (o en casos extremos, la rotura). Estos desgarros hacen que la fascia plantar se irrite e inflame, una condición conocida como fascitis plantar.
Síntomas
La fascitis plantar suele manifestarse como un dolor en la parte inferior del talón (aunque puede ocurrir en cualquier punto de todo el arco del pie) que generalmente es más grave cuando se levanta a la mañana (o por la tarde si le gusta dormir mucho). El dolor, generalmente se calma durante el día a medida que camina un poco, aunque empeora si se queda de pie durante mucho tiempo o si está sentado un rato y luego se pone de pie. Muchos pacientes sienten un dolor punzante y agudo cuando se ponen de pie después de un período de descanso. Este dolor puede ser cada vez menor a medida que pasa el día.
Esta condición suele empeorar con el tiempo, puede comenzar a sentir un poco de dolor que se incrementará gradualmente hasta que se convierta en un dolor severo luego de algunos meses. Los arcos también pueden aplanarse gradualmente a medida que la fascia plantar se expande.
Además, usted puede desarrollar un espolón en el talón (un crecimiento en el hueso en toda la parte inferior del hueso del talón). En el pasado, se creía que el espolón contribuía al dolor, pero como muchas personas que tienen espolones son experimentan ningún síntoma, se dejó de pensar así.
Diagnóstico
Cuando vaya a visitar a su podiatra acerca de un dolor en la parte inferior del talón, asegúrese de estar listo de responder preguntas (y hacer preguntas, claro). Probablemente, su médico querrá conocer el historial de sus síntomas y revisará su pie para controlar si hay inflamación y enrojecimiento. El podiatra también pude revisarlo para ver si tiene sensibilidad en el pie y averiguar dónde nace el dolor. Quizás necesite realizar una radiografía para buscar otras posibilidades sobre la raíz de su dolor (como una fractura por estrés).
Tratamiento
Lograr que la fascia plantar se mejore, generalmente implica someterse a algunos tratamientos conservadores. Estos pueden incluir medicamentos antiinflamatorios (como el ibuprofeno), hielo (20 minutos sobre el pie envuelto en una toalla y descansar durante 40 minutos), hacer ejercicio para estirar el músculo de la pantorrilla, usar zapatos que le brinden un mejor apoyo a su pie (como aquellos que tengan un poquito de taco y un buen apoyo del arco), evite caminar descalzo y permita darle un descanso a sus pies evitando actividades que los estrese (como algunos deportes o estar de pie durante mucho tiempo).
El dolor constante puede necesitar un tratamiento un poco más extenso, como el uso de aparatos ortopédicos (plantillas hechas a medida), una bota de yeso para caminar que ayude a mantener su pie inmóvil o una tablilla por la noche para extender la plantar fascia. Su podiatra también puede aconsejarle realizar fisioterapia (incluyendo un tratamiento por ondas de choque extracorpóreas), vendar y colocar almohadillas (con una cinta) para asegurarse de que todo se mantenga en su lugar y colocarse inyecciones de cortisona (aunque no es aconsejable colocarse más de una, ya que si se coloca demasiadas puede debilitar la fascia).
Aunque es extraño, la fascitis plantar constante puede requerir cirugía si no responde adecuadamente a los tratamientos mencionados previamente. La cirugía generalmente implica liberar la fascia de la parte inferior del talón, aunque esto puede debilitar el arco del pie y puede haber otras complicaciones, incluyendo infecciones y lesiones en los nervios. Asegúrese de preguntarle a su podiatra acerca de todos los tratamientos posibles.
Después de recibir tratamiento, su fascia plantar debería dejar de provocarle tanto dolor. Además, toda esta experiencia debería ayudarlo a apreciar mucho más la parte inferior de su pie. Luego, puede agradecerle desde lo más profundo de su corazón.